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Ruth, una historia de amor

¿Has pensado en que si pudieras conocer a tus bisabuelos y todas las personas que vivieron antes que tú de tu familia cambiaría tu imagen de ellos? Tal vez te sorprenderías del tipo de personas que eran.

 

En la Biblia, Ruth fue un antepasado de Jesús que adoraba ídolos, pero la historia de Ruth comienza en Israel, cuando el pueblo de Dios dejó de confiar en él y de obedecerle.

 

Elimelec, dejó la ciudad de Belén con su esposa y dos hijos en busca de comida; llegó a Moab, un país en el cual, las personas adoraban a los ídolos. Con el tiempo, Elimelec y sus dos hijos murieron, quedando viudas su esposa, Noemí y las esposas de sus hijos Ruth y Orfa.

 

 

Noemí regresó a su pueblo por la promesa de que el Señor les daría pan. Orfa, por su parte, volvió a su familia, pero Ruth prometió jamás dejar a su suegra.

 

Ya en su pueblo, Noemí (placentera) se cambió el nombre por Mara (amarga), pues había regresado sin su esposo e hijos.

 

Ruth, aunque había adorado a ídolos, dejo eso para adorar al Dios Viviente de Israel y trabajó fuertemente para asegurarse que su suegra tuviera lo necesario para vivir, levantando las espigas de trigo que se les caían a los cosechadores.

 

Booz, dueño del campo escuchó lo que Ruth hacía por su suegra y les ordenó a sus cosechadores dejar caer más espigas a propósito.

 

Al pasar el tiempo, Booz se quiso casar con Ruth y llamaron Obed a su primer hijo, quien fue el abuelo de David, el gran Rey de Israel. Jesús vino de la línea de David para ser Rey de reyes.

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