En la República Dominicana, el pastor Juan Carlos Harrigan, reunió a decenas de personas en un evento quienes desconocían que iban a presenciar un momento impactante de fe y esperanza.
Un padre que creyó en Jesús y en oración le había pedido un milagro en la vida de su pequeña de un año y dos meses, quien había sido diagnosticada con un problema tiroideo que le impedía mover las piernas desde su nacimiento.
El día del evento, subió al altar y durante la oración, el pastor pidió por la sanidad de la niña para que restaurara sus piernas mientras la congregación se unía en clamor por la pequeña.
“Padre, solo tú puedes hacer esto. Hazlo en nombre de Jesús”
En ese instante, la niña comenzó a mover las piernas. Su padre, conmovido, la colocó en el suelo y ante la mirada de toda la congregación y de él mismo, la niña empezó a caminar con normalidad por el altar. La iglesia glorificó a Dios por el milagro presenciado.
Entre lágrimas, el padre de la niña se arrodilló y agradeció a Dios por la sanidad de su hija:
“A Él la gloria y la honra. Cristo vive y cura. Él es el Todopoderoso”
Este testimonio confirma que el poder de Jesús no tiene límites y con la fe en Cristo, sabemos que Él hará lo imposible para su pueblo.
Cristina García.
