Mary Grimm, excursionista estadounidense y amante de la naturaleza y aventura desde pequeña, decidió un día escalar en solitario, después de que el guía le cancelara el viaje por las extremas condiciones climáticas, el Monte Hood, en Oregon.
Muy pronto Mary se arrepentiría de haber tomado esta decisión, pues inicialmente pensó:
“Voy a ver hasta dónde llego; fue un error gravísimo”.
En el podcast No Longer Nomads, continúo relatando:
“Pronto, la nieve y el viento me dejaron aislada, con agua hasta las rodillas y un frío paralizante por la falta de guantes adecuados. Mis manos estaban congelándose y yo estaba empapada”.
Al difundirse la noticia de su desaparición, su familia pidió oración a la comunidad y la policía inició una intensa búsqueda rastreando su ubicación gracias a su última compra registrada.
Mientras se encontraba aislada, Mary luchaba internamente con la desesperación, lo que la llevó a orar fervientemente y a arrepentirse:
“Por primera vez, no sentía la presencia de Dios. Fue la parte más aterradora de mi vida, pensar que, si moría, no sabía a dónde iría.
Sentí que mis oraciones caían al suelo. Las personas me preguntan qué fue lo más aterrador y realmente fue no sentir a Dios conmigo”.
Rodeada de un profundo silencio, peligro y fatigada, finalmente Mary escuchó la voz de Dios de una manera sobrenatural:
“El Señor me dijo: No te preocupes, porqué comerás o beberás, ni por qué vestirás mañana. Hay miles de personas orando por ti ahora mismo”.
Este mensaje la llenó de esperanza: “Fue como si el mundo volviera a enfocarse… El Señor está vivo y me habla otra vez”.
El equipo de rescate logró encontrar a Mary y pasó trece días en recuperación en el hospital, pero su testimonio de milagro movilizó a la comunidad de fe, impactándola con el poder de la oración para la intercesión y protección divina en los momentos más inverosímiles.
“Mi experiencia en el Monte Hood me llevó a una comprensión más profunda del evangelio y de Jesús. Más que nunca sentí la necesidad urgente de hablar de su amor y experimentar la totalidad de quién es Dios”.
Con este testimonio de prueba extrema de la manifestación del Señor ante la oración, revela que quien lo busca, su vida será transformada en comunión perfecta con Dios.
Cristina García.