Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Mi victoria está en Jesús

Scottie Scheffer es el actual número uno a nivel mundial del golf; recientemente ganó el Open Championship de 2025 sumando su cuarto gran torneo reafirmándolo como uno de los mejores golfistas de la historia.

Al momento de subir al podio sus palabras sorprendieron a muchos:
“Este no es el fin de todo. Esto no es lo más importante en mi vida”

En la rueda de prensa, sus palabras fueron más reveladoras:
“Tengo prioridades claras: mi fe y mi familia están primero. El golf viene en tercer lugar”

Reiteró también que su identidad verdadera no la definen los trofeos, la fama o los logros que tenga en el campo.

“No me identifico por ganar torneos, perseguir trofeos o ser famoso. Mi identidad está en Cristo… La vida sigue y lo más importante es mi relación con Dios y mi familia”

Su esposa y su hijo lo acompañan en cada torneo por el campo y al finalizar, regresan a su rutina diaria. Para Scheffler, la verdadera plenitud y felicidad provienen de la fe y del hogar, no del reconocimiento mundial.

El golfista no duda en hablar de su fe en público definiéndose como “Seguidor de Cristo” compartiendo en redes sociales, con atletas, en estudios bíblicos y retiros su deseo de glorificar a Dios en todo lo que hace.

“La prioridad es vivir para agradar a Dios, no a los medios ni al público”

La verdadera plenitud proviene de Cristo, no de los logros humanos, al alcanzar la cima, el siguiente paso siempre será una relación con Jesús que pueda satisfacer verdaderamente el corazón.

“La victoria real ya fue ganada en la cruz”

Esta seguridad libera al golfista de la presión por el perfeccionismo y la ansiedad por resultados, pues su valor no depende de eso.

“Dios nos creó, nos dio propósito y, en Cristo, nos da identidad y paz, más allá de cualquier triunfo externo”

La fe y la excelencia pueden convivir pero nunca confundir los cimientos de la vida con reconocimientos pasajeros.

Cristina García.

Leave a comment